La diputada nacional por Córdoba, María Celeste Ponce, compartió en sus redes sociales un testimonio personal que rápidamente generó repercusión: fue bautizada en el río Jordán, en el sitio de Al-Maghtas (Jordania), reconocido por la Unesco como Patrimonio Mundial y señalado como el lugar donde fue bautizado Jesús.
“Hoy morí para renacer en Cristo”, escribió en su publicación, acompañada por un video del momento en que es sumergida en el agua por los pastores Fernando y Marcos Brunet, referentes de la comunidad evangélica argentina. Vestida con una túnica blanca, como es tradición en los bautismos evangélicos, Ponce expresó su fe citando pasajes bíblicos y describiendo su conversión como una experiencia espiritual profunda: “Sentí el cielo abierto… el abrazo del Hijo… y por Él, ahora soy hija también”.
El bautismo coincidió con la gira oficial del presidente Javier Milei por Israel. Mientras el mandatario visitaba el Muro de los Lamentos y mantenía encuentros con autoridades israelíes, Ponce realizaba este acto que definió como el inicio de una nueva vida con Cristo.
En su mensaje, citó versículos de Gálatas y Colosenses para afirmar que su decisión fue un compromiso radical con su fe. “Este no es un rito. Es una tumba y un nacimiento”, señaló, subrayando el carácter simbólico del bautismo como muerte al pecado y resurrección a una nueva identidad.
La acción generó una amplia respuesta pública: muestras de apoyo desde sectores cristianos, que celebraron su “valiente testimonio”, y también críticas desde ámbitos políticos y en redes sociales, donde algunos cuestionaron la exposición pública de un acto religioso en el marco del rol institucional de una diputada nacional.
Más allá de las reacciones, Ponce concluyó su testimonio con una declaración firme: “Cristo vive, y yo soy testigo de su poder transformador”
