Un joven de 14 años en Florida caminó más de una milla hasta una iglesia en Middleburg para llamar al 911 y confesar que acababa de asesinar a sus padres, David Lee y Brandi Smith. El hecho dejó consternada a la comunidad local, donde amigos y vecinos expresaron sorpresa y tristeza ante el trágico suceso.
La sheriff del condado de Clay, Michelle Cook, informó que la llamada al centro de emergencias ocurrió alrededor de la medianoche y que la policía respondió simultáneamente a la iglesia y al domicilio, donde encontraron a los dos adultos fallecidos con heridas de bala. Las investigaciones iniciales indican que el tiroteo habría surgido tras una discusión familiar.
Las autoridades han calificado el caso como un incidente aislado y continúan investigando, incluyendo la revisión del historial de salud mental del adolescente. Mientras tanto, la comunidad llora la pérdida de una familia considerada ejemplar, y amigos cercanos destacan que Trevor no es definido por este acto, sino por su historia como hijo y hermano.