La República Dominicana ostenta un símbolo único entre todas las banderas del mundo: una Biblia abierta en el centro de su Escudo Nacional. Este distintivo, que se encuentra en el corazón de la bandera, representa no solo la historia de independencia del país caribeño, sino también su firme arraigo en la fe cristiana.
Diseñado por el político Casimiro Nemesio de Moya y oficializado en 1913, el escudo incluye una Biblia abierta en el Evangelio de Juan 8:32: “Conocerán la verdad y la verdad los hará libres”. Este pasaje fue seleccionado intencionalmente por los independentistas para reflejar el valor de la libertad, tanto en el plano civil como espiritual. La imagen se completa con una cruz, ramas de laurel y palma, y el lema nacional “Dios, Patria y Libertad” en una cinta azul ultramar.
El uso de la bandera completa —incluyendo el escudo con la Biblia— es un asunto de gran sensibilidad para los dominicanos. Cuando algunos políticos u organismos omiten el escudo en versiones simplificadas de la bandera, se genera rechazo popular, pues muchos consideran que quitar el símbolo bíblico es ignorar los valores fundacionales de la nación.
Aunque otras banderas incluyen cruces o referencias cristianas, como la del Reino Unido o países nórdicos, la dominicana es la única que presenta una Biblia abierta con un versículo específico. Ni siquiera el Estado del Vaticano, sede del cristianismo católico, tiene una Biblia representada en su enseña oficial.
Este símbolo ha sido motivo de orgullo para figuras nacionales, como la atleta Marileidy Paulino, quien en los Juegos Olímpicos de Tokio alzó con orgullo la bandera dominicana en una mano y su Biblia personal en la otra, encarnando la identidad espiritual y patriótica de su pueblo.
Para los dominicanos, su bandera es más que un símbolo patrio: es un reflejo de la fe que guía a su nación.
