Charlie Kirk, reconocido activista cristiano y referente del conservadurismo juvenil en Estados Unidos, fue asesinado este miércoles durante un evento en la Universidad del Valle de Utah. Un francotirador disparó desde un edificio del campus a unos 180 metros de distancia, alcanzándolo en el cuello. Tenía 31 años.
Kirk era cofundador y director de Turning Point USA (TPUSA), una influyente organización dedicada a movilizar a jóvenes en favor de causas conservadoras, provida y profamilia. En la última década se convirtió en una de las voces más visibles del nuevo conservadurismo republicano, cercano al expresidente Donald Trump y con fuerte presencia en redes sociales.
Reacciones inmediatasEl primero en confirmar la noticia fue Donald Trump, quien publicó en su red Truth Social un mensaje de condolencia: “El grande, e incluso legendario, Charlie Kirk, está muerto. Nadie entendió mejor a la juventud de Estados Unidos. Fue amado y admirado por todos, especialmente por mí”. El exmandatario ordenó que todas las banderas ondeen a media asta hasta el domingo en honor a Kirk.
El pastor Rob McCoy, copresidente de Turning Point Faith y amigo cercano de Kirk, declaró a Fox News Digital: “Charlie nunca utilizó la violencia, aunque vivía bajo amenaza constante. Murió como vivió: defendiendo la verdad con valentía. Para nosotros, no ha muerto ha comenzado a vivir eternamente en Cristo”.
El ataqueEl acto en Utah era la primera parada de una gira nacional de 15 etapas en la que Kirk buscaba promover debates en torno a la agenda conservadora. Durante el evento, abierto al público, pedía a los asistentes plantear preguntas y argumentos que él solía responder con firmeza ideológica.
Videos difundidos en redes sociales muestran el momento en que Kirk, sentado bajo una carpa, recibe el disparo y se desploma mientras el público entra en pánico. La universidad informó que el presunto atacante aún no está bajo custodia, a pesar de informes iniciales que hablaban de una detención.
Fe y legadoMás allá de su activismo político, Kirk era un cristiano evangélico convencido. En uno de sus últimos mensajes en la red X escribió: “Jesús venció a la muerte para que tú puedas vivir”. Palabras que, tras su muerte, muchos seguidores han compartido como un testimonio de su fe.
Deja a su esposa, Erika, y a sus dos hijos pequeños. Sus aliados políticos y religiosos lo recuerdan como una figura clave en la movilización del voto joven conservador y como un orador que defendió sus convicciones sin temor a las amenazas.