Del 22 al 25 de abril, la ciudad de Panamá fue sede del 5º Congreso Iberoamericano de Cooperación Misionera (COMIBAM), bajo el lema “Una misma misión para una Iglesia en movimiento”. El evento convocó a más de 1.600 participantes entre pastores, teólogos, líderes y misioneros de 25 países, con un fuerte llamado a redescubrir la urgencia de la misión global.
Durante los cuatro días, los asistentes reflexionaron no solo sobre estrategias y datos, sino sobre el papel de la Iglesia en un mundo cambiante. Se abordó el avance del cristianismo en el Sur Global y el aumento de conversiones entre musulmanes, muchos de los cuales testimonian sueños y visiones con Jesús. La misión dejó de ser solo geográfica para convertirse en un desafío cotidiano, presente en las calles, escuelas y barrios.
Uno de los conceptos más poderosos fue la valentía espiritual de Urías frente al ocio de David, metáfora de una Iglesia segura en sus estructuras pero ausente en la primera línea. También se destacó el rol de la hospitalidad bíblica (filoxenia), como puente hacia los pueblos no alcanzados, no desde el proselitismo, sino desde el amor sincero. La misión se vive hoy en la mesa, en la escucha y en el camino, tal como Jesús lo hizo.
COMIBAM 2025 dejó una clara conclusión: la misión es ahora y está aquí. No se trata solo de ir lejos, sino de abrir los ojos al prójimo inmediato. En palabras de uno de los oradores: "Que nuestra fidelidad sea como la de Urías, incluso si nadie nos ve ni aplaude. Porque el verdadero reconocimiento viene del Señor de la misión".