La semana pasada, el Estadio Quisqueya de Santo Domingo fue escenario de un emotivo encuentro musical que reunió a más de 3 mil personas. El evento “República Dominicana es de Dios”, organizado por el locutor y productor cinematográfico Josell Hernández, se desarrolló como una iniciativa para brindar paz y consuelo a los dominicanos que atraviesan el dolor causado por la tragedia ocurrida en la discoteca Jet Set el pasado 8 de abril.
Durante el evento, destacados artistas cristianos como Marcos Yaroide, Matty Martínez, Johan Paulino, Misael J, Chanel Novas, Karoll Michelle, Sexappeal y Nancy Amancio compartieron su música, mientras que pastores y oradores como Maikel Carpiadosa, Ramón Orlando, Albert Mena, Riqui Gel, Franklin Pacheco, Otoniel Hernández, Aitor Rodríguez y Omayra Álvarez ofrecieron mensajes de esperanza y fortaleza a los asistentes.
“No hay palabras que alivien, pero en medio de este dolor que todos estamos viviendo, en especial los familiares de los fallecidos, pedirle a Dios que los fortalezca ¡Por favor refúgiense en Dios!, su dolor, su angustia llévenla a los pies de Dios”, expresó Nancy Amancio.
El evento también rindió homenaje póstumo a las 232 víctimas de la tragedia del Jet Set, proyectando sus fotografías en pantalla gigante para recordarlas y honrar su memoria. Además, se reconoció el esfuerzo y valentía de las autoridades de seguridad que participaron en las labores de rescate, con menciones especiales para Juan Salas, director de la Defensa Civil Juan Manuel Méndez, director del COE y José Luis Frometa, jefe del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional.
Los asistentes expresaron su gratitud por el evento gratuito, destacando su importancia para sanar las heridas emocionales del pueblo dominicano.
“Este tipo de cosas es lo que sanará el corazón de los dominicanos, me siento privilegiado por estar aquí sin tener que pagar un centavo”, comentó un asistente.
Josell Hernández, el creador de la propuesta, manifestó su deseo de convertir el evento en una tradición anual, proponiendo realizarlo cada Sábado Santo para continuar brindando esperanza y unidad al pueblo dominicano.
Con este emotivo evento, la nación dominicana sigue avanzando hacia la sanación colectiva, en medio del dolor, con la fe y la esperanza como pilares fundamentales para superar la tragedia.