BUENOS AIRES – En un anuncio conjunto realizado en la Casa Rosada, los gobiernos de Argentina y Estados Unidos informaron su decisión de colaborar en la creación de una alternativa a la Organización Mundial de la Salud (OMS), a la que ambos países han decidido abandonar por considerarla "politizada" y alejada de los principios científicos y éticos que, aseguran, deben regir la salud pública global.
El secretario de Salud y Servicios Humanos de EE.UU., Robert F. Kennedy Jr., afirmó que no se trata de un retiro del escenario internacional, sino del inicio de una nueva etapa. “Estamos en camino de armar una ciencia de primer nivel, libre de controles políticos”, declaró.
Por su parte, el ministro argentino Mario Lugones firmó una declaración conjunta con su par norteamericano donde se expresan los pilares de esta propuesta: soberanía sanitaria, evidencia científica, transparencia y dignidad humana. Ambos países señalaron deficiencias graves en la actuación de la OMS durante la pandemia de COVID-19, acusándola de haber perdido credibilidad y eficacia.
El texto enfatiza que se priorizarán políticas sanitarias centradas en las personas, alejadas de agendas ideológicas, y se convoca a otras naciones a sumarse a esta "nueva etapa en salud global".
Además, la iniciativa se vincula con el programa norteamericano "Make America Healthy Again", que busca reducir costos y fortalecer la prevención en salud pública mediante la lucha contra factores como la contaminación ambiental, la mala alimentación y los productos farmacéuticos de dudosa aprobación.
En Argentina, el Ministerio de Salud anunció medidas complementarias como la revisión de aditivos sintéticos en alimentos, un mayor control sobre vacunas y la evaluación de autorizaciones rápidas de medicamentos de alto costo, en línea con la nueva visión soberana de la gestión sanitaria.
El trasfondo del proyecto también incluye una crítica directa al enfoque de la OMS sobre el aborto. Según el medio especializado LifeNews, un 11% del presupuesto del Programa de Reproducción Humana de la OMS para 2022-2023 fue destinado a promover el aborto, cifra que contrasta con el 5% asignado a combatir la violencia contra mujeres y niñas, y el 15% destinado a salud materna y perinatal.
El nuevo organismo en estudio se proyecta con un enfoque claramente provida, y busca recuperar la confianza en la salud pública internacional, despolitizada y basada en principios éticos compartidos.
